Los cascos más conocidos son el Meta Quest, los PS VR2 de PlayStation y los de Valve, que son más para los que tienen PC grosas. Algunos son inalámbricos, otros necesitan cable, pero todos te meten en la experiencia con una inmersión que te vuela la cabeza.
¿Y para qué sirven además de jugar? Bueno, también los usan para entrenamientos médicos, recorridas virtuales de casas en venta, turismo, o incluso terapia. O sea, la VR no es solo jueguitos: es una tecnología que se viene con todo.
Eso sí, no es barato. Pero si alguna vez probaste un casco de realidad virtual, sabés que la sensación es única. Es como pasar de mirar una peli a ser el protagonista.
Y vos, ¿ya te pusiste el casco?